sábado, 8 de enero de 2011

El Beso


(Un parque. Un chico. Una chica. Él enamorado de ella, pensando la poca distancia física entre ellos, pero los kilómetros que habitan entre sus corazones. Ella, pensativa, enfrascada en las páginas de un libro, intentando no prestarle atención, ¿haciéndose la dura tal vez?)
Él: ¿Puedo hacerte una pregunta?
Ella: Dime
Él: ¿Puedo besarte?
Ella: Si quieres hacerlo, hazlo.
Él: Pero no sé como reaccionarás.
Ella: Bueno, hay varias posibilidades. Puede que te odie por ello, puede que me sienta insultada, puede que te haga daño, puede que...
Él: ¿Sí?
Ella: Que te devuelva el beso.
Él: ¿Y si no pasa lo que yo quiero?
Ella: Puedes intentarlo o echarte para atrás. Puedes demostrar tu verdadero amor o rendirte y hacerme creer que en realidad es mentira.
Él: Pero no quiero que ninguno de los dos sufra.
Ella: Hagas lo que hagas, sufriremos. Tal vez tú, tal vez yo. O puede que ambos.
Él: Eso lo pone peor.
Ella: ¿Por qué?
Él: No quiero que tú sufras.
Ella: Y quién dice que no sufrirás tú.
Él: Yo ya estoy sufriendo, y lo que venga no puede ser peor que esto.
Ella: Entonces, ¿qué pierdes?
Él: Tal vez te pierda a ti.
Ella: ¿Cómo estás tan seguro de que eso será así?
Él: No lo estoy, por eso lo temo más.
Ella: Y qué es el verdadero amor sino el miedo de perder a quien amas.
Él: ¿Entonces crees en lo que siento?
Ella: Sólo tú puedes creer en lo que siente tu corazón.
Él: Y entonces ¿qué has querido decir?
Ella: Cuando dejas que el temor a perder lo que amas te persiga solo consigues perderlo de verdad. Por eso no temas lo que perderás y agradece lo que posiblemente tendrás. Lo consigas o no, algo, de una manera u otra, lograrás. Valor, felicidad, amistad. Pero solo si lo intentas y eso depende de lo que tú mismo decidas.
Él: ¿Entonces si acepto el hecho de que por besarte puedo perderte ganaré de un modo u otro?
Ella: No lo sé.
Él: Pero tú has dicho...
Ella: No importa lo que yo diga, solo haz lo que quieras, lo que sientas que debes hacer.
(Silencio. Suspiros. Silencio. Unas manos apretadas. Una mirada perdida en las páginas de un libro. Unos ojos cerrados intentando decidir. Las manos se relajan. Los ojos se abren. Las manos cogen el libro que ella sostiene. Lo cierra. Le coge dulcemente la cara. Sus labios se acercan cada vez más. Finalmente... *** Se separan unos milímetros. Una sonrisa, la de ella. Su sonrisa)
Ella: Creí que nunca lo harías.
(Él vuelve a acercarse. Después otro beso más. Y otro, y otro, y...)

3 comentarios:

  1. Cuando escribiste esto me encantó.La verdad es que el tiempo ha pasado deprisa y a veces tienes a sensación de que las cosas bellas que lees en el pasado no despertarán los mismos sentimientos hermosos que la primera vez, pero siempre que leo algo que escribes, aunque lo lea mil veces, SIEMPRE logras que lo "sienta" de la misma manera. Y eso, sin duda, es GENIAL!! Será porque tú eres GENIAL!
    Te quieero :)

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  2. Gracias, Amor! me alegro que aquello que escriba te haga sentir tantas cosas, es lo que pretendo, y sin duda, es una alegría conseguirlo!
    Yo también te quiero, mi sol !! Besos

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  3. Valeria cariño no me ha gustado me ha ENCANTADO!!
    te quiero princesa eres increible

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