sábado, 25 de diciembre de 2010

Corrección o Incorrección

Si de verdad hiciésemos aquello que deseamos o que sentimos... todo sería más fácil o puede que no... Lo que está claro es que lo verdaderamente difícil es descubrir qué es lo que verdaderamente anhelamos.

Cuando descubrimos lo que queremos se nos plantean diversas acciones a realizar pero, ¿cómo saber cuál es la correcta?

Esa es una pregunta que nadie puede contestar porque para aquel que una es correcta para otro esa misma es una necedad.

Por lo tanto si nos paramos a pensarlo detenidamente nunca sabremos si verdaderamente hicimos lo correcto; porque si haces algo por el bien de los demás tu sales perjudicado, si antepones tu bienestar al de los demás haces daño a otras personas, si logras conseguir tu felicidad y la de alguno/s seguramente habrá una persona que sufra en silencio.

Por tanto llegamos a la conclusión que nada de lo que hacemos es verdaderamente correcto.

El ser humano vive una aventura constante en la que debe enfrentarse a sus miedos y tomar difíciles decisiones, así se nos presenta la vida. Por ello debemos situar en una balanza el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto... y aunque el sufrimiento siempre tenga su peso, valorar las acciones que lograran o equilibrar la balanza o alcanzar beneficios para una mayoría. Injusto, sí, y mucho. Pero hay cosas que no se pueden evitar, así que en nuestras manos está el tomar decisiones más o menos incorrectas porque nunca podrán ser totalmente correctas, siempre nos arrepentiremos de algo; de este modo tendremos que escoger si aceptamos nuestra incorrección o si decidimos vivir en la mentira de creer que siempre hacemos lo correcto.

En mi caso yo decido actuar del modo menos incorrecto posible, no quiere decir que lo logre, pero el hecho de intentarlo me hace sentir que lo podré conseguir; puede que no llegue a hacer felices y contentar a todos los que me rodean como realmente quisiera, pero haré todo lo posible para conseguirlo.

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